domingo, 21 de abril de 2013

TOKS: Proyectos con responsabilidad social


La humanidad enfrenta una cantidad apremiante de retos y problemas. La pobreza, la contaminación, el hambre, la falta de abastecimiento de agua potable, la sobrepoblación, el cambio climático, la corrupción, la violencia, nuevas enfermedades, la falta de oportunidades, el inminente agotamiento de los recursos naturales, entre otros muchos más. Nuestra única oportunidad de revertir el impacto tan negativo que le hemos causado a nuestro planeta radica en crear verdadera conciencia entre todos los seres humanos que habitan la Tierra y que por consecuencia se verán afectados tarde o temprano por estos problemas.
Todos estamos conectados, es por eso que debe importarnos lo que sufren y enfrentan los demás. Y una manera de adoptar una buena actitud de responsabilidad social, radica en el ejercicio de la participación ciudadana.

Hoy, entre otras cosas, conocí el caso de Toks. Una cadena de restaurantes con responsabilidad social.

Resulta que esta empresa se preocupa por planear, desarrollar e implementar programas integrales que benefician a todos los sectores involucrados con su actividad: a sus colaboradores y trabajadores, a sus clientes, a sus proveedores y a la sociedad en general.

Toks ha adoptado proyectos de pequeños empresarios y los ha impulsado para que se conviertan en negocios redituables y generen un impacto en sus comunidades y en los colaboradores de los mismos. Ha buscado a lo largo de toda la República Mexicana, productos de calidad que puedan ser empleados en la elaboración de platillos del restaurante.
Una vez localizado el producto, se dedica a averiguar el proceso de producción y contactar a los productores para plantear la posibilidad de un trabajo conjunto. Si se concreta la intención, Toks se vuelve cliente y colaborador de sus proveedores que además son personas que forman parte de comunidades indígenas, marginadas, de escasos recursos o con algún tipo de discapacidad.

Un caso particular de lo anterior es el de las “Mermeladas Santa Rosa” que ya forman parte del menú y oferta en los restaurantes Toks.
Este proyecto surgió cuando Toks descubre la calidad de las mermeladas artesanales que producían 13 mujeres en un pequeño taller de reducidas dimensiones. Estas mujeres ofrecían sus mermeladas en un local igualmente pequeño y en una comunidad del Estado de Guanajuato que contaba con muy poco atractivo turístico.

Muchos menospreciaron el trabajo y esfuerzo de estas mujeres emprendedoras, hasta que Toks hizo una diferencia. Impulsó este proyecto de tal forma que este negocio creció y logró hacerse de mejores instalaciones y maquinaria pues la demanda del producto es mucho mayor ahora. Actualmente no sólo es Toks el cliente más importante.

Además, la comunidad en donde residen estas mujeres también se vio beneficiada con su crecimiento, pues otra de las acciones sociales que toma Toks, consiste en hacer del conocimiento de sus clientes y consumidores, las historias que hay detrás de los productos que se ofrecen en sus restaurantes. La historia de estas 13 mujeres atrajo turismo a su comunidad y benefició a la sociedad en general.

Ahora bien, hablando en particular del beneficio que obtuvieron estas mujeres emprendedoras, no sólo debe considerarse el aspecto económico que evidentemente mejoró muchísimo, también debe pensarse en el paradigma que se rompió en su comunidad al ver que 13 mujeres lograron una meta importante, con una buena idea y su esfuerzo. Pensemos en esas 13 familias que se vieron beneficiadas directamente; actualmente todos los hijos de estas mujeres han terminado una carrera universitaria o la están cursando. Esto sin duda alguna amplía enormemente las expectativas de vida para estas familias y para nuestra sociedad en general, pues son jóvenes como los hijos de estas mujeres trabajadoras los que permitirán construir un México mejor para todos.

Imaginar el impacto tan importante que tienen los proyectos como el de la “Mermelada Santa Rosa” me restaura la fe en que es posible generar impactos positivos, incluso a través de las empresas, que parecen buscar más el mejor posicionamiento y la máxima generación de utilidades que retribuir a la sociedad lo que obtienen de ella.
Toks es un ejemplo increíble de generación de acciones de una manera completamente integral, no se olvidan de nadie y donde colocan su apoyo desencadenan una serie de consecuencias positivas que impactan a muchos más de los que se involucran directamente.

Generar procesos ganar-ganar es muy importante: la empresa Toks evidentemente se ve beneficiada al adquirir productos calidad y a buenos precios, los productores crecen, se dan a conocer y mejoran sus utilidades y los clientes de Toks adquieren productos únicos, así como la posibilidad de conocer las historias, trabajo y esfuerzo detrás de lo que consumen, lo que les permitirá ejercer una participación ciudadana consciente y elegir aportar su compra a causas que benefician a su país. Todos ganan. Y se genera un ciclo positivo que impulsa la mejora de sectores clave de la sociedad.

El caso de Toks, demuestra que es posible satisfacer las necesidades e intereses propios mientras se fomenta el desarrollo de la comunidad que es también la fuente de satisfacción de esos intereses. Es posible ganar sin basar esa victoria en la derrota del otro, todo es cuestión de generar los mecanismos adecuados y creer que es posible lograrlo.

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