domingo, 14 de abril de 2013

Conciencia crítica


Existen conceptos muy interesantes en materia de participación ciudadana, los tipos de conciencia por ejemplo, son unos que me llamaron particularmente la atención.
En estricta teoría existen tres tipos de conciencia entre los ciudadanos: la ingenua, la pre-crítica y la crítica.

La conciencia ingenua es aquélla que considera que todo problema social es permanente e inamovible, que no vale la pena pensar o buscar soluciones porque siempre será imposible cambiar el sistema y la forma actual de llevar los problemas.
La conciencia pre-crítica va un poco más allá, piensa que es posible tomar acciones, participar en algunas iniciativas y hace sentir que se trata de hacer lo que está dentro de las propias posibilidades. En este tipo de conciencia se puede mover a la acción con el único objetivo de evadir el sentimiento de culpa o remordimiento por la falta de actividad ante problemas que se saben importantes.
Finalmente la conciencia crítica puede ser vista como una evolución de la pre-crítica, en este nivel es posible moverse a la acción con el pleno conocimiento de que debe buscarse actuar con causa y objetivo, de tal forma de que lo que se haga tenga un impacto importante y trascendente en las personas y lugares que se vean implicados en la toma de responsabilidad social y ciudadana.

Para ejemplificar el último tipo de conciencia se puede retomar la intención y desarrollo del proyecto “Agua para siempre” ganador del concurso nacional mexicano titulado “Iniciativa México”.
Considero realmente rescatable como ejemplo, el trabajo que llevó a cabo Raúl Hernández Garcíadiego en la región mixteca de Puebla porque no pretendió llegar con ideas e insertarlas en este lugar, sino que trabajó para poder ser parte de la comunidad y para que los habitantes lo hicieran parte de sus vidas pues de esta manera entendió mejor los problemas de la región y pudo buscar apoyar de tal forma que sus esfuerzos rindieran buenos frutos.

El Doctor Hernández Garcíadiego ha impulsado desde 1980, un proceso de desarrollo sostenible que puede beneficiar a las familias más pobres de la semiárida región Mixteca. Después de establecerse en este lugar y hablar con hombres y mujeres habitantes de la región, se detectaron tres problemas principales en la zona: la escasez de agua derivada de las condiciones climáticas, la ausencia de sistemas de abastecimiento y la falta de cultura ambiental que favorecía la contaminación de la poca agua existente.

Así pues, una vez detectado el problema, Raúl buscó conformar un equipo interdisciplinario que incluyó universitarios, técnicos y la muy importante participación de los miembros de la comunidad para crear y ejecutar soluciones que permitieran conservar el agua, mejorar la alimentación de los pobladores así como su ingreso productivo.

El caso de Santa María la Alta, donde el equipo de Raúl contribuyó para construir una presa muy necesaria para poder recolectar el agua de lluvia y abastecer a la comunidad del vital líquido, es un ejemplo específico muy claro del poder de acción de una conciencia crítica.
Al observar el interés de los habitantes por hacer realidad la presa, Raúl contribuyó con ellos pero siempre dejando en claro que sólo con la colaboración de todos los habitantes podría lograrse el objetivo. Y así se hizo, hombres, mujeres y niños hicieron su parte, pusieron su trabajo y esfuerzo; cargando piedras, barriendo, limpiando, acarreando materiales, etc.

Tras un año de duro trabajo y sin más apoyo que las manos y el esfuerzo de todos los habitantes y pequeño equipo de Raúl, la presa logró terminarse. A pesar del júbilo por ver la obra terminada, tuvieron que pasar varios meses hasta ver la obra funcionando, cuando cayeron las primeras lluvias. Y luego vino la tragedia.

La presa no resistió la presión y nivel del agua, se fracturó y creó un gran hueco por donde el líquido escapó. El desanimó no se hizo esperar. El trabajo tan pesado y duro de todo un año se había perdido.
Raúl volvió al día siguiente para hablar con los habitantes y contrario a lo que se pudiera pensar, los pobladores decidieron no darse por vencidos. Habían trabajado demasiado, habían puesto y sacrificado mucho en la esperanza de esa presa. No estaban dispuestos a darse por vencidos.
Este comportamiento es interesante, porque es fruto del trabajo previo de Raúl con los habitantes. No se buscaron culpables, se asumió nuevamente el reto y se decidió trabajar una vez más mano con mano hasta ver el sueño de todos materializado.
Tuvo que transcurrir un año más y algunos meses antes de que la presa estuviese terminada y funcionara como debía.

Este proyecto, el trabajo y la reacción de la comunidad son una muestra importante y muy interesante de lo que se puede hacer sabiendo orientar las acciones.
Entendí la importancia que tiene saberse ganar la confianza y el aprecio de las personas a las que queremos ayudar, insertarse en su ambiente, tratar de entender desde raíz las causas y efectos de sus problemas y después buscar a toda costa que los beneficiados de nuestros esfuerzos se involucren con el trabajo que estamos haciendo pues sólo de esta manera se podrá lograr un cambio de mentalidad, de sueños, de objetivos individuales a colectivos y se alcanzará el verdadero trabajo en equipo.

Finalmente debo admitir que sentí que mi conciencia está en el nivel pre-crítico, y no es que sea malo intentar participar o llevar a cabo cierto tipo de activismo o asistencialismo, pero depende mucho de la situación. Es imperante entender la necesidad de dar el salto de la conciencia pre-crítica a la crítica, es de vital importancia hacerlo porque únicamente llegando a este nivel de conciencia podremos comenzar a lograr verdaderos cambios en las formas de pensar y actuar de otras personas, hasta que poco a poco y entre todos demos solución a los problemas más urgentes que nos aquejan como sociedad.

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