domingo, 24 de febrero de 2013

Día de San Valentín


La novena sesión del curso me dejó un aprendizaje muy concreto, una experiencia muy breve que me gustaría compartir.

Es necesario mencionar que la clase tuvo lugar el 14 de febrero, día de San Valentín o del amor y la amistad, y precisamente este día debíamos llevar a cabo las actividades correspondientes a la evaluación parcial, por lo que no hubo verdadera oportunidad de llevar a cabo una dinámica compleja como las que usualmente realizamos. Sin embargo un breve acto por parte del maestro me dejó un enorme aprendizaje.

Al finalizar las actividades de evaluación, el maestro nos habló de lo importante que es demostrar nuestro cariño, aprecio y gratitud a las personas que significan parte esencial de nuestra vida y de quienes somos. Nos habló brevemente de lo mucho que puede hacer el aprovechar días como el 14 de febrero para decirle a aquél que ha sido buen amigo, compañero, apoyo, consejero o confidente, “gracias” por lo que ha sido y hecho en nuestra vida.

Si bien la fecha es sólo un pretexto y hubo en el salón quién argumentó que éste tipo de celebraciones no eran más que una estrategia de mercadotecnia para aumentar las ventas de determinados negocios, la verdad es que aunque lo expuesto por ese compañero sea cierto no es suficiente para que evitemos hacer un regalo o decirle a nuestros seres queridos lo valiosa que es su presencia en nuestras vidas y qué mejor que con estas acciones nuestras puedan verse beneficiados algunos negocios que seguramente llevarán un mejor ingreso a sus familias.

Después de esta sesión entendí que no hay razón para sentirse “ridículo” obsequiando detalles o abrazos en un día como éste pues tener el valor de ser agradecido con los demás nos hará sentir más tranquilos y en paz con nosotros mismos.

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