En la más reciente de las sesiones del curso hablamos
del significado de la ciudadanía, sobre lo que es e implica ser un ciudadano.
De todo lo que vi y aprendí en esta sesión lo que más
me llamó la atención fue la idea de que los ciudadanos no se generan de la
nada, que es necesario capacitarlos, formarlos.
Creo que el concepto popularmente conocido sobre la
ciudadanía, implica más derechos que obligaciones y se liga sobre todo con la
capacidad de elegir a nuestros representantes en el poder. Sin embargo, lo
cierto es que es necesario trabajar con los ciudadanos para fomentar el
sentimiento de identidad, de pertenencia que tienen hacia su comunidad y hacia
su nación, pues sólo de esta manera podremos garantizar que se sientan verdaderamente
comprometidos con lo que ocurre a su alrededor.
Entendí el verdadero significado de la ciudadanía, supe
que existen determinadas competencias, muy específicas que conforman al
verdadero ciudadano, entre las que se encuentran la tolerancia, el respeto a la
diversidad, una actitud positiva de toma de iniciativa y proactiva.
No pude evitar auto examinarme y darme cuenta de que
hay habilidades en las que tengo que trabajar, me di cuenta de que un aspecto
importante que he descuidado es el de informarme sobre los asuntos que tratan sobre
mis representantes en los distintos niveles del poder.
Comprendí que el primer paso para participar en la
política de nuestra sociedad, es informarnos sobre los problemas que nos
aquejan y sobre las iniciativas y medidas que nuestros representantes están
tomando para resolver esos problemas. Sólo entonces podremos actuar con verdadero
conocimiento de causa, persiguiendo un objetivo concreto que se preocupe por el
beneficio común.
Al término de esta sesión me di cuenta de que hay muchas
cosas que se pueden hacer para participar, sin necesidad de portar un cargo
explícito, todos tenemos poder para hacer, para actuar, para tomar decisiones y
todo lo que hagamos tendrá un impacto en los demás y en lo que nos rodea, es
por eso que no debemos darnos por vencidos, no debemos dejar de intentar, de
trabajar, de esforzarnos, sólo porque no veamos un impacto o cambio inmediato a
nuestras acciones, porque aunque toda la vida no nos alcance para ver los
resultados de nuestro trabajo, podemos estar seguros de que los habrá y eso debe
motivarnos a seguir adelante, a dar lo mejor de nosotros mismos siempre y en todo lo que
hagamos.