En la última sesión del curso tuve la valiosa
oportunidad de ver un documental que me preocupó y consternó profundamente y
que definitivamente recomendaría ver a todo ser humano que habita en este
planeta.
A lo largo del video es posible entender mejor el
origen de la Tierra y cómo es que mantiene el equilibrio entre sus paisajes y
los seres vivos que los habitan. Hacemos un recorrido desde el principio de los
tiempos, desde el origen de la vida en nuestro planeta y todo cambia radicalmente
cuando aparece el hombre.
Desarrollamos la agricultura, descubrimos el petróleo
y con éste trajimos 50 años de daño acelerado a la Tierra, en estos últimos 50
años hemos destruido más que en cualquier otro momento de nuestra historia o de
la de nuestro planeta.
Todo se está acelerando, el crecimiento de las
poblaciones, la demanda de recursos, de alimentos, de servicios, el intercambio
comercial, la explotación maderera, el gasto energético, la extinción de
hábitats y especies, la producción de basura, etc.
Se han construido 3000 torres y rascacielos en Shanghái
tan sólo en los últimos 20 años.
70% del agua que consume la humanidad entera se emplea en actividades agrícolas.
El auto es considerado un símbolo de progreso y bienestar. Actualmente existe una sobre población de automóviles que genera importantes emisiones de dióxido de carbono.
Desde 1990 el intercambio internacional de productos
se ha multiplicado por 20.
A la fecha, ¾ partes de las zonas pesqueras del mundo
están agotadas o en serio declive.
Hemos acabado con la mitad de los pantanos de nuestro
planeta, sin saber que estos ecosistemas tienen una función muy importante en la
purificación del agua.
La selva del Amazonas, la más grande del mundo, ha
perdido 1/5 parte de su superficie debido a la tala y a la erosión.
El bosque de Borneo desapareció, fue reemplazado
por cultivos de palma de aceite y de eucalipto porque estos productos son muy demandados, sin
embargo las hojas del eucalipto son tóxicas y evitan que cualquier ser vivo
crezca en estos plantíos.
Haití cuenta sólo con el 2% de sus bosques.
Nigeria es el primer país exportador de petróleo en
África y sin embargo es uno de los más pobres del mundo.
En el mundo se invierte 12 veces más en
gastos militares que en apoyar a los países en vías de desarrollo.
5000 personas mueren al día por falta de acceso a agua
potable.
13 millones de hectáreas de bosque desaparecen al año.
Nuestras especies animales y vegetales están muriendo
1000 veces más rápido de lo que deberían en condiciones normales.
La mitad de la población pobre del mundo vive en
países muy ricos en recursos.
Todo lo anterior representa sólo algunos de los problemas más
apremiantes que enfrentamos como humanidad y que no importando diferencias de
raza, cultura, idioma o religión, deberían preocuparnos y ocuparnos, pues todos
somos ciudadanos del mundo y nuestro ecosistema no conoce fronteras, donde sea
que estemos, nuestras acciones tendrán repercusiones en toda la Tierra.
Honestamente, nunca imaginé que el impacto que hemos provocado en nuestro planeta fuera de semejantes dimensiones, solía pensar que eran meras exageraciones de los ecologistas o de personas pesimistas a cerca del futuro de la Tierra. Sin embargo, la verdad es que los daños son incalculables y muchos de ellos seguramente irreparables... ¿Será posible enmendar en algo las heridas que hemos provocado? ¿Existe alguna esperanza para nuestro planeta?
Honestamente, nunca imaginé que el impacto que hemos provocado en nuestro planeta fuera de semejantes dimensiones, solía pensar que eran meras exageraciones de los ecologistas o de personas pesimistas a cerca del futuro de la Tierra. Sin embargo, la verdad es que los daños son incalculables y muchos de ellos seguramente irreparables... ¿Será posible enmendar en algo las heridas que hemos provocado? ¿Existe alguna esperanza para nuestro planeta?
Según los expertos tenemos tan sólo 10 años para poder
invertir el efecto que hemos provocados sobre nuestro planeta.
Sin embargo no todas las noticias son malas, porque ya
hay personas involucradas en grandes y pequeños proyectos e iniciativas para
poder ayudar a restaurar el equilibrio en nuestra Tierra… He visto cómo países
como España, India y Dinamarca comienzan a poner enormes molinos en sus costas
con la intención de aprovechar la energía eólica.
En Alemania existe un fraccionamiento donde todas las
casas tienen paneles solares en el techo para abastecerse de energía con la
proveniente del sol.
He visto serpientes en el mar que aprovechan la
energía marítima para abastecer de eléctrica a una ciudad. La iniciativa de la
creación de un banco para los pobres en Laos, la de la tala selectiva en Gabón
para proteger sus bosques y la de la reforestación en Japón para recuperarlos.
¿Por qué no seguir todos estos ejemplos? Dejemos de
consumir tanta energía y productos derivados del petróleo y los combustibles
fósiles, es necesario dejar de excavar en el suelo y levantar la mirada al
cielo. En nuestro Sol tenemos una fuente limpia y poderosa de energía que
debemos aprovechar, así como en el viento, en el vapor que libera la tierra y
en la fuerza del mar y que alguien me diga ¿para qué país no brilla el sol? O ¿en
qué lugar del mundo no sopla el viento?
Pensando en las acciones descritas anteriormente, me decidí a contribuir a salvar mi planeta, he empezado comprometiéndome a reducir el impacto que genero,
a consumir menos productos, a reciclar, reutilizar, ahorrar y optimizar el uso que hago
de lo que poseo. Entiendo también que debo empezar el cambio en mi persona y
llevarlo gradualmente a mi familia, mi comunidad, mi estado y mi nación. Que
nadie piense que lo que hace es poco porque si todos aportamos nuestro
compromiso individual entre todos podremos revertir el daño, aún podemos
rescatar la maravilla que es nuestro planeta, nuestra casa… la Tierra.
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