Antes de comenzar cualquier viaje, aventura, proyecto
o convivencia es muy importante establecer las reglas del juego... Éste es el
aprendizaje que me llevé de la segunda sesión de Responsabilidad Social y
Ciudadanía que me hizo reflexionar de manera más profunda y diferente sobre la
idea del establecimiento de normas y objetivos para cualquier relación que
pretenda establecer con otras personas en el futuro.
Normalmente en una clase, ésta es la parte que los
alumnos menos deseamos escuchar, que nos den una lista de cosas con las que
debemos cumplir en tiempo y forma y que además nos informen sobre cómo nos
penalizarán por cada error o falta cometida. Sin embargo, la manera en que el
guía y maestro de este curso nos habló de la importancia que tenía, no el
imponer reglas, sino el llegar a acuerdos que facilitaran y ofrecieran un mejor
aprendizaje, me pareció muy razonable, me hizo sentir cómoda y encontrar
aplicaciones de este nuevo aprendizaje en ámbitos más allá del terreno de la
clase.
En cualquier tipo de relación que establezcamos, desde
las laborales y hasta en aquellas más personales, siempre será importante ser
sinceros y establecer claramente lo que nos gusta, lo que no y lo que esperamos
de nosotros mismos y de las otras personas para que juntos podamos negociar
metas alcanzables, viables y que satisfagan los deseos de cada uno de los
involucrados. Hacer esto nos permitirá gozar de una experiencia más rica, un
ambiente cómodo y un camino dirigido hacia objetivos comunes que se alcanzan a
través de la suma del esfuerzo de todos y el trabajo en equipo.
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